El Bohio – Centro Terapéutico

LAS DROGAS Y LA ADICCIÓN

¿Qué son las drogas?
¿Qué son las drogas adictivas?
¿Qué es la adicción?
¿Se puede consumir droga de vez en cuando y no convertirse en un adicto?
¿Cuáles son las principales consecuencias de las adicciones?
¿Las adicciones son enfermedades?
¿Se pueden prevenir las adicciones?
¿Qué problemas adictivos son más frecuentes hoy en día?
¿Por qué se cae en esa dependencia?¿Cuál es la causa?

 

¿Qué son las drogas?
Las drogas son sustancias químicas, naturales o sintéticas, que cambian el funcionamiento del cuerpo. Las llamadas drogas psicoactivas (alcohol, marihuana, cocaína, medicinas tranquilizantes, etc.) cambian la manera de pensar, sentir y actuar y pueden causar adicción.
Algunas son medicamentos útiles si las receta el médico (como las pastillas para curar la depresión o aliviar el “nerviosismo”).
El alcohol, la nicotina del cigarro, la cafeína del café también son drogas. Y, por supuesto, todas las medicinas son drogas (cambian e funcionamiento del cuerpo).
Muchas drogas son legales; su producción, venta y consumo están prohibidos por que son sustancias que hace daño.

 

¿Cuáles son las drogas adictivas?
Son sustancias legales (alcohol, nicotina, medicinas, tranquilizaste, etc.) o ilegales (marihuana, cocaína, “tacha”, etc.) que pueden provocar adicción.

 

¿Qué es la adicción?
La adicción es una enfermedad primaria, crónica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influencian su desarrollo y manifestaciones. La enfermedad es frecuentemente progresiva y fatal. Es caracterizada por episodios continuos o periódicos de: descontrol sobre el uso, uso a pesar de consecuencias adversas, y distorsiones del pensamiento, más notablemente negación.
Enfermedad significa una discapacidad involuntaria. Representa la suma de fenómenos anormales que se presentan en un grupo de individuos.
Estos fenómenos están asociados con un conjunto específico de características comunes, por lo que estos individuos difieren de la norma, y que los coloca en desventaja. Frecuentemente progresiva y fatal significa que la enfermedad persiste a lo largo del tiempo y que los cambios físicos, emocionales y sociales son frecuentemente acumulativos y progresan mientras el uso continúa. La adicción causa muerte prematura a través de sobredosis, complicaciones orgánicas que involucran al cerebro, hígado, corazón, y otros órganos, dependiendo del tipo de adicción; y contribuye a la ocurrencia de suicidios, homicidios, violencia, maltrato, violación y abuso sexual, accidentes y otros eventos traumáticos interpersonales y/o familiares. Descontrol se refiere a la inhabilidad para limitar el uso, la duración del episodio de uso, la intensidad del uso y las consecuencias conductuales del uso.
Preocupación asociada con el uso se refiere a la inversión excesiva de atención hacia el uso, el sustrato del uso, los efectos del uso, las situaciones relacionadas con el uso; lo cual significa una gran inversión de energía y tiempo en las actividades adictivas, traduciéndose en un relativo descuido de los intereses importantes de la vida diaria.

 

¿Se puede consumir una droga de vez en cuando y no convertirse en adicto?
Existen riesgos, a veces graves, desde la primera vez que se consume una droga adictiva (ataque al corazón, convulsiones, pánico, etc.).
Aun cuando de vez en cuando no siempre se termina en adicción, a la adicción siempre empieza con el consumo. Hay algunas drogas como la cocaína que provocan dependencia muy rápidamente (algunas personas desarrollan adicción a esta droga al consumirla solo tres o cuatro veces).

 

¿Cuáles son las principales consecuencias de las adicciones?
Las consecuencias adversas son problemas relacionados con el uso que llevan a impedimentos en las áreas de: salud física, funcionamiento psicológico, funcionamiento interpersonal, funcionamiento ocupacional; y problemas legales, financieros y espirituales.
La negación es usada aquí, no sólo en el sentido psicoanalítico de un simple mecanismo de defensa que descalifica el significado de los eventos, sino más ampliamente incluyendo un amplio rango de maniobras psicológicas diseñadas para reducir la conciencia del hecho de que el uso es la causa de los problemas del individuo, más que una solución a estos problemas. La negación se convierte en una parte integral de la enfermedad y un obstáculo importante para la recuperación.

 

¿Las adicciones son enfermedades?
La adicción no es un vicio o mala costumbre, es una enfermedad cuya base fisiológica se encuentra en las alteraciones que se producen en el funcionamiento de ciertas estructuras del cerebro humano. Alteraciones que no se producen en todas las personas que experimentas la droga, sino en quienes tienen una cierta predisposición neurológica para ello. A quien no le funciona muy bien el páncreas, tiene más probabilidades de hacer una diabetes y quien tiene esta susceptibilidad neurológica, si empieza a consumir sustancias adictivas como alcohol, cocaína, cannabis, tranquilizantes, heroína, etc., desarrollará una adicción. Naturalmente. La adicción es una enfermedad en el más amplio sentido de la palabra. Tiene una base neuropsicológica clara. Por eso abordamos el tratamiento de nuestros pacientes desde un prisma médico y psicológico, sin perder de vista la carga personal, familiar y social que esta enfermedad conlleva.
Otras personas inician también el consumo, pero si no hay esa susceptibilidad en las áreas dopaminérgicas del cerebro, no desarrollará la enfermedad de adicción. Consumirá y cuando quiera dejarlo lo dejará sin grandes problemas. Por el contrario, quien desarrolla una adicción, aunque quiera dejarlo, no podrá conseguirlo sin un tratamiento adecuado. Pensar que no son enfermedades es la causa de que se pierda un tiempo precioso para el tratamiento de los pacientes. Sin tratamiento, la enfermedad y los problemas que genera se complican más y más. A veces sólo al final, ante la desesperación absoluta, se buscan soluciones; otras veces simple y llanamente no se llega a tiempo.

 

¿Se pueden prevenir las adicciones?
Habría que decir que sí y que no. Sí en la medida en que se puede prevenir el inicio del consumo de sustancias adictivas y hay medidas que pueden ser eficaces en este campo. No se pueden prevenir en el sentido de que si una persona tiene la predisposición neurológica de la que hablamos y entra en contacto con las sustancias que inician ese proceso de modificación neurológica, seguramente nada podrá impedir que termine desarrollando una enfermedad de adicción.
Preventivas serán aquellas medidas que favorezcan y promuevan que muchas personas no empiecen a consumir sustancias adictivas ya sean legales o ilegales. Una vez que el consumo se inicia, podríamos decir que la persona está ya en manos de la predisposición de su cerebro.

 

¿Qué problemas adictivos son los más frecuentes hoy en día?
Dejando aparte el tabaco, la dependencia más frecuente es el alcoholismo seguida de la dependencia de drogas ilegales: cannabis, cocaína y heroína. Lo que sí es muy frecuente, cada vez más, es que el consumo de varias sustancias se asocie en la misma persona. La dependencia asociada de cocaína y alcohol es muy frecuente entre nuestros pacientes, también lo es la dependencia alcohólica asociada al consumo de fármacos tranquilizantes, sobre todo en mujeres. La dependencia al cannabis es muy frecuente y también suele asociarse al consumo de cocaína, alcohol u otras sustancias.

 

¿Por qué se cae en esa dependencia? ¿Cuál suele ser la causa?
La adicción es una enfermedad que se reparte de forma absolutamente homogénea en todas las clases sociales, niveles de renta y niveles culturales. Tampoco depende de variables psicológicas o intelectuales. El deterioro que en muchos casos vemos en pacientes drogodependientes no es la causa de la enfermedad, sino el efecto de la misma.
No se “cae” en la adicción como no se cae en una gripe, un infarto o una diabetes. Son enfermedades que se desarrollan dependiendo de un estilo de vida y una predisposición del individuo que las desarrolla. En el caso de la dependencia es igual. A una predisposición neurológica se suma una exposición a la sustancia y se desarrolla una dependencia, eso es todo. El incremento tan importante en las últimas décadas del número de pacientes dependientes de sustancias sólo es reflejo de que estas sustancias están por todas partes y las personas, y especialmente los jóvenes, tienen mayor facilidad de acceso al consumo de las mismas.

Adolescentes y las Drogas

¿Cómo saber si su hijo adolescente consume drogas?
¿Cómo debo de reaccionar si me entero que mi hijo consume drogas?
¿Cómo NO debo de reaccionar si me entero que mi hijo consume drogas?
¿Cómo puedo ayudarlo?
¿Cómo no lo ayudo?

 

¿Cómo saber si su hijo adolescente consume drogas?
Hay algunos cambios que pueden observarse en algunos adolescentes que consumen drogas, y que puede orientar a los padres de familia para tomar decisiones y ayudar a su hijo o hija. Pero tenga cuidado en interpretar dichas actitudes. Recuerde que muchos de estos comportamientos pueden también deberse al estrés que provoca pasar por la etapa de la adolescencia.
La “Clave” es poner atención precisamente en los cambios de su hijo. Ya sea en su apariencia, en su personalidad, en su actitud o en su conducta, por ejemplo:
¿Tiene menos apetito? ¿Tiene más apetito? ¿Hay cambios en sus hábitos alimenticios? ¿Le cuesta trabajo dormir? ¿Se despierta de madrugada? ¿Tiene los ojos enrojecidos? ¿Tiene las pupilas dilatadas? ¿Tiene las manos frías y sudorosas? ¿Le tiemblan las manos? ¿Huele “raro”? ¿Sus notas escolares han bajado? ¿Tiene muchos cambios de humor? ¿Ha tenido infecciones de la piel últimamente? ¿Usa gotas para los ojos? ¿Prende velas en su cuarto?, ¿Está “demasiado activo”? ¿Tiene catarro frecuentemente? ¿Tiene mucho cansancio? ¿Utiliza desodorante para el ambiente? ¿Ya no le interesan las cosas que le interesaban antes? ¿Ha cambiado de amistades?
Si usted responde “si” a la mayoría de estas preguntas, es muy probable que su hijo hija este consumiendo alguna droga y que necesita ayuda.

 

¿Cómo debo de reaccionar si me entero que mi hijo consume drogas?
Haga frente a la situación tratando de evitar que los nervios o el enojo provoquen una respuesta negativa, o que el miedo lo paralice.
Converse con su hijo/a plateando el asunto con toda claridad, haciéndole sentir que usted sabe lo que está ocurriendo.
Procure con tacto la aceptación de los derechos y el reconocimiento de los actos cometidos.
Busque ayuda profesional si sospecha que se trata de una verdadera adicción y no es de consumo ocasional.
De la oportunidad a su hijo/a de que exprese su arrepentimiento o las razones que lo impulsaron a consumir drogas.
Hable con su hijo/a de lo inaceptable del consumo de drogas ilegales, desde el punto de vista de la salud, de la ley y de la moral.
La discusión del asunto entre los padres es indispensable, pues ayudara a planear las acciones que habrán de tomarse, siempre de acuerdo uno con el otro y así es posible que decidan buscar ayuda profesional, pero es conveniente hacerlo después de hablar con su hijo/a.

 

¿Cómo NO debo de reaccionar si me entero que mi hijo consume drogas?
Con angustia, enojo, discutiendo, amenazando, reclamando, desconfiando, transformándose en “vigilante”, “negando” la realidad.

 

¿Cómo puedo ayudarlo?
Conversar con él (ella) a “fondo” sobre su consumo de drogas: De cuales se trata, que tan seguido las consume, etc. Ayudándolo a tomar la decisión de hablar con sus padres o con otros familiares, ayudarle a encontrar información confiable sobre los efectos de la o las droga que consume, Ayudarle en la búsqueda de atención especializada si se juzga necesario, Ayudarle o tomar conciencia de que tiene un problema que puede solucionarse con el apoyo adecuado.

 

¿Cómo NO lo ayudo?
Rechazándolo/a por su conducta frente a las drogas. No hablando con los padres de tu amigo/a sin el consentimiento de este.

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